Los niños toman de modelo a los adultos, no al contrario. Son estos últimos los que deben dar ejemplo. Si quieres enseñarle a cumplir lo que promete, recuerda que les has prometido llevarlo a la piscina. Si quieres enseñarle a admitir sus errores y a corregirlos, empieza por reconocer los propios.
El < modelado > es un modo de aprender conductas nuevas tan antiguo como el mundo animal. El que no sabe observa al que sí e imita su conducta hasta que es capaz de reproducirla a la perfección o incluso superar al maestro y convertirse también el modelo.
Un aprendizaje muy potente
Aunque se trata de un aprendizaje que no hace ruido, es muy potente. Las actitudes y las frases que se oyen durante la infancia pueden quedar almacenadas en la memoria y reaparecer treinta años más tarde, si se presenta la ocasión. Por eso, un padre reciente puede sorprenderse a sí mismo al ver que se dirige a su hijo tal y como su padre lo hacía con él, a pesar de haber jurado que no lo haría jamás.
¿Cómo?
El niño pequeño es muy sensible a todo lo que rodea y lo captura como si fuera una cámara de video. Almacena la información en el cerebro y, si lo que ve le resulta especialmente interesante, intentará reproducirlo al menos una vez; en función del resultado que obtenga, conservará la conducta o no. Por ejemplo, si oye una palabra nueva y le parece impactante, intentará usarla.
Es muy habitual que los padres no sean conscientes de lo que transmiten y de lo que el niño aprende de ellos. Por lo tanto, vale más que estés muy atento y seas un buen modelo.
Sé un buen modelo
No hace falta ser perfecto. Basta con recordar que los padres son los primeros modelos del niño, la primera imagen de autoridad, los más queridos y los másadmirados. En consecuencia, su influencia es determinante.
Si el niño observa con regularidad una conducta en ti, se convertirá en parte de él y < modelará > su actitud. De todos modos, sólo se integran de verdad las conductas que se repiten. Los enfados esporádicos no arruinarán un proceso educativo, sobre todo si el resto del tiempo eres un ejemplo de persona que sabe gestionar sus emociones y expresarlas sin destruir a los demás.
La impresión general que desprendemos es muy importante . Un padre que se queja constantemente del trabajo, del frío y del calor, falta de tiempo, del cansancio, etc., da a entender a su hijo que esa es la manera de afrontar la vida. Un padre que expresa su alegría de vivir, sin ocultar sus preocupaciones ocasionales, demuestra que se puede amar la vida a pesar de las dificultades.
Si no quieres que muerda, no lo muerdas. Si la cólera de tu hijo te hace estallar de ira, y lo muerdes porque acaba de morder a un niño, estás poniendole el mundo al revés. ¿Cómo le explicarás que no puede hacer lo que tu acabas de hacerle a él? La explicación: < Te muerdo para que entiendas que no se puede morder > es demasiado sutil para un niño de la edad a la que suelen producirde este tipo de conductas.
El niño tiene otros modelos
Recuerda que aunque tu hijo pasa mucho tiempo contigo, probablemente pasan tiempo con la nana, la maestra o sus amigos. Ellos también le sirven de modelo. Y no olvidemos la televisión, que es un influencia que vale más no subestimar. Te darás cuenta de ello cuando lo oigas decir palabras que en tu casa no se pronuncian u opiniones que no profesas.
En el caso de niños pequeños, los padres son el modelo más potente, porque representan casi la totalidad de su mundo y de su inversión emocional. Sin embargo, a medida que crecen y son más sensibles a otros modelos y a otras influencias, quizá valga la pena conocerlos...
*Texto extraído del libro: 100 ideas para que tus hijos te obedezcan sin gritos ni amenazas. Escrito por Anne Bacus